A continuación, comienza el proceso de definición de la vivienda con aportaciones espontáneas de objetos recuperados de los contenedores de obra que abundan en el barrio.
La colección de objetos va variando en el transcurso de la jornada, a través de una reflexión colectiva sobre qué es lo básico para poder considerar un espacio como «tu casa».
La pieza irrumpe en la cotidianeidad y hace emerger las contradicciones de las ayudas a la rehabilitación, que dejan fuera a las personas con rentas más débiles, las que habitan las llamadas infraviviendas, aquellas cuya erradicación es uno de los objetivos del Plan.
Por la noche, al acabar la deriva que estructura la jornada, la instalación se convierte en punto de referencia para el encuentro y la conversación nuevamente.
Es imprescindible nombrar al artista Hilario Álvarez, que permanece a lo largo de toda la jornada junto a la instalación con su «Oficina de ideas libres», como punto de información general y enlace con las distintas personas que se acercan.